Versículo:
“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” – 2 Corintios 12:9
Reflexión:
Dios no espera que seamos fuertes por nosotros mismos. En nuestras debilidades, Su poder se manifiesta con mayor claridad. Reconocer nuestra necesidad de Él abre la puerta para que Su gracia nos sostenga.